THE FACTS:
Un estudio reciente publicado en la revista Healthcare revela hallazgos sorprendentes sobre los efectos de las sesiones de juego en adolescentes. Contrario a la percepción común, períodos más largos de juego se asocian con mejoras significativas en funciones cognitivas y habilidades de control motor entre los jóvenes jugadores.
El debate sobre los juegos ha sido polémico, especialmente después de que la OMS etiquetara los juegos como un posible factor de riesgo para la salud mental. Sin embargo, este estudio desafía esa noción al sugerir que los juegos podrían tener un impacto positivo en el desarrollo cognitivo y motor de los adolescentes.
Los investigadores examinaron a 130 participantes y contrario a las expectativas, la frecuencia de juego no se correlacionó con el rendimiento cognitivo o motor. Sin embargo, la duración de las sesiones de juego sí mostró una relación significativa con mejoras en estas áreas.
Los resultados indicaron que los adolescentes que participaron en sesiones de juego más largas demostraron un mejor desempeño en tareas que requerían reflejos rápidos y planificación estratégica. Esto sugiere que las habilidades adquiridas durante el juego son transferibles a situaciones del mundo real, lo que refuerza la idea de que los juegos pueden tener beneficios prácticos en el desarrollo de habilidades específicas.
Aunque el estudio ofrece perspectivas emocionantes, también tiene limitaciones que requieren más investigación. No se distinguieron entre diferentes tipos de dispositivos o géneros de juegos, y la causalidad no pudo establecerse definitivamente.
A pesar de esto, estos hallazgos son un paso importante en nuestra comprensión del impacto de los videojuegos.
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